GERENCIA DE PROYECTOS PARA PYMES
"Tu puedes analizar el pasado, pero necesitas diseñar el futuro. Esa es la diferencia entre sufrir el futuro y disfrutarlo" Edward De Bono
El MÉTODO científico: conceptos teóricos para el Gerente de Proyectos.
El proceso de conocimiento es “un modelo más o menos organizado de concebir el mundo y de dotarlo de ciertas características que resultan en primera instancia de la experiencia personal” del individuo que realiza el proceso. Este es uno de los requisitos que debe cumplir el Gerente de Proyectos: Conocer el proyecto desde la etapa de preinversión hasta llegar al momento de la fase inversión o de ejecución, fase final y de gran importancia para quien lidera, planea, organiza y controla los recursos humanos, técnicos, financieros y administrativos necesarios para generar la respuesta correcta a la necesidad detectada o a la oportunidad manifiesta.
Conocer es, en términos muy generales, “la actividad por medio de la cual adquirimos la certeza de que hay una realidad, de que el mundo circundante existe y está dotado de ciertas características que no ponemos en duda”. La realidad para el Gerente de Proyectos, es el proyecto mismo a ejecutar, de ahí la importancia de conocerlo desde todos los puntos de vistas posibles, pues será quien en definitiva pondrá a prueba el saber, el hacer y el ser de su director y toda su orquesta. En otras palabras, es el conjunto de música jazz que une toda su creatividad y recursos para tocar la melodía que más le guste al inversionista: terminar la obra dentro de un límite de tiempo y recurso, con la mayor calidad.
Cuando el conocimiento se obtiene de manera ordenada y sistemática, sigue un método en el proceso y busca conocer las causas y leyes que rigen el objeto conocido, éste es el conocimiento científico, que “observa, describe, explica y predice su objeto y al mismo tiempo como consecuencia de las anteriores, permite orientar la conducta humana respecto de la realidad”. La pertinencia, la coherencia y la transparencia, hace de un proyecto bien formulado una realidad, de ahí el por qué se considera al proyecto como un sistema que nace de la reflexión profunda ante una necesidad u oportunidad detectada; de la conexión o creación de ideas que permitan formular hipótesis que den una posibilidad para la acción; del querer comprobar conceptos materializados en una decisión o plan estratégico y de una acción que permita no solo satisfacer necesidades o aprovechar oportunidades, sino también lograr la experiencia necesaria para mejorar continuamente nuestros procesos de supervivencia.
El concepto de ciencia se expresa a partir del conocimiento sistemático que el hombre realiza sobre una realidad determinada, lo expresa en un conjunto de explicaciones coherentes y lógicas (proposiciones teóricas) a partir de las cuales se validan y formulan alternativas a esa realidad. Esta será la característica principal de un proyecto visto desde el punto de vista del método científico y del cual se debe apropiar el Gerente de Proyectos para realizar su ejecución conforme a las expectativas no solo del cliente sino también de todos los actores que convergen en la solución a esa necesidad o en el saber aprovechar a cabalidad la oportunidad presentada.
“La ciencia es un tipo de conocimiento que proporciona al hombre explicaciones coherentes, ordenadas y sistemáticas acerca de la estructura y comportamiento de la naturaleza y capaces de orientarse a éste en su actividad práctica”. Para el Gerente de Proyectos no hay mejor práctica que iniciar con un estudio del proyecto del cual depende su futuro profesional. La acción solo es la última fase del proceso de toma de decisiones, de ahí la razón fundamental del por qué debe existir un equilibrio entre la racionalidad y la acción impulsiva.
Para que el conocimiento de la realidad sea científico se hace necesario definir los requisitos para tal fin, esto es:
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Que identifique las características, propiedades y relaciones de los objetos sobre los cuales se construyen las proposiciones teóricas (leyes).
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Que haga uso de un lenguaje en la formulación de sus proposiciones.
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Que se apoye en la lógica para la construcción de su teoría.
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Que acuda al método científico en la validación de sus teorías, lo cual supone la aplicación de procesos de observación, experimentación, inducción, análisis y síntesis.
Observar, describir, explicar y predecir, son procesos básicos por los cuales ha de pasar el conocimiento científico que se quiera construir acerca de hechos y realidades en cualquiera de sus aplicaciones a campos específicos, lo que, según el objeto de conocimiento, dan lugar a las ciencias formales y a las ciencias fácticas.
Las ciencias formales tienen como objeto de conocimiento objetos ideales, y en las que se opera deductivamente, como las matemáticas y la lógica. Estas ciencias se refieren a conceptos abstractos producidos formalmente sin alusión a objetos y/o situaciones percibidas por la experiencia.
Las ciencias fácticas o empíricas toman como su objeto hechos y/o situaciones percibidas por la experiencia de hombre.
El conocimiento de carácter fáctico tiene las siguientes características que le son propias:
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Verificación del conocimiento: La ciencia busca ver reflejadas sus afirmaciones en la experiencia. No basta, por lo tanto, que sus proposiciones sean lógicamente coherentes, que tengan sentido para el investigador. Es necesario que a través de procedimientos rigurosamente establecidos dichas proposiciones sean avaladas por la práctica.
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Relativismo del conocimiento: es posible investigar sobre las mismas realidades en periodos diferentes, dando lugar a nuevas explicaciones en su objeto.
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Acumulación del conocimiento: El conocimiento científico se desarrolla sobre la base de la acumulación del conocimiento. De modo que cada investigación toma en cuenta el conocimiento previamente construido, por lo que cada investigación hace parte de la estructura teórica ya existente.
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Explicación y predicción en el conocimiento: La actividad del investigador en las ciencias fácticas debe orientarse a conocer y explicar su objeto de conocimiento y dar alternativas para que éste pueda modificarse.
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Aplicación del conocimiento: La aplicación de las ciencias fácticas se refiere a la posibilidad de crear medios eficaces como respuesta de solución a los problemas según su objeto.
Para el Gerente de Proyectos es de vital importancia apoyarse en las ciencias fácticas para realizar una revisión del proyecto que se implementará. Esta revisión debe realizarse en cada una de las etapas de la formulación, iniciando por estudiar su justificación (descripción del problema), los objetivos generales y específicos que se quieren alcanzar en términos de solución del problema, el estudio de mercado (identificación del bien o servicio, la demanda, la oferta, el precio y la comercialización), el estudio técnico (cómo se va a hacer, cuándo se va a hacer, dónde se va a hacer), el estudio financiero (con qué se va a hacer) y la evaluación financiera, económica y social, todo con miras a centrar la atención en aquellos aspectos de mayor importancia en la fase de inversión o de ejecución del proyecto.
Finalmente y con el fin de hacer del proyecto un éxito, el Gerente de Proyectos deberá contar con tres elementos básicos para llevar a feliz término el proyecto en su etapa de inversión o ejecución: 1) Un pensamiento holístico e integrador aplicado en procesos de reflexión pública; 2) Si se es conciente a dónde se quiere ir y cómo se debe llegar, se requiere la apropiación de la idea, proyecto o empresa; 3) planeación sin acción no es planeación, por tal razón se requiere de la energía que irradia la motivación para no desfallecer ante el menor obstáculo.
BIBLIOGRAFÍA:
MÉNDEZ, Carlos. Metodología. Guía para elaborar diseños de investigación en Ciencias Económicas, Contables y Administrativas. McGraw Hill, segunda edición.
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